Un amigo del cantante, el rabino estadounidense Rabí Shmuley Boteach, acaba de publicar un libro, Las Cintas de Michael Jackson: Un icono trágico descubre su alma en una conversación íntima, en el que reúne treinta horas de conversación con Michael Jackson, que fueron grabadas entre el 2000 y 2001 y en las que el artista revela su miedo a envejecer, su obsesión por la cirugía y cómo la soledad le llevó a acercarse a los niños, los únicos que lo trataban como una persona y no como una estrella.
Michael Jackson y Madonna en la ifesta posterior a la 63ª edición de los Oscar
Sin embargo, uno de los capítulos más relevantes del libro abarca los pensamientos de Michael Jackson acerca de las que fueron las mujeres de su vida, entre ellas Brooke Shields, Elizabeth Taylor y Madonna. “Brooke Shields fue uno de los grandes amores de mi vida. Ojalá ella me hubiera amado tanto como yo la amé”, confiesa sobre la que fue esposa de André Agassi hasta 1999. Respecto a Madonna, el intérprete de Thriller y la ambición rubia se hicieron muy buenos amigos a principios de los 90, tanto que acudieron juntos a la gala de los Óscar de 1991 y comenzaron a surgir todo tipo de especulaciones. Sin embargo, el propio Michael y Madonna admitieron que sólo eran grandes amigos, aunque Jackson estaba convencido que Madonna estaba locamente enamorada de él y se sentía celosa de su éxito. Jackson, por el contrario, nunca se sintió atraído por Madonna porque no la consideraba “nada sexy”. “Creo que estaba sinceramente muy enamorada de mí, pero yo no lo estaba de ella. Hizo muchas cosas completamente absurdas. Siempre supe que no teníamos nada en común", confiesa. El Rey del Pop asegura que uno de los grandes problemas que tuvo con las mujeres, entre ellas Madonna, era que envidiaban su fama: "Te admiran y tú sabes que eres increíble y maravilloso porque sienten celos... Les encantaría estar en tu piel. Madonna es una de ellas. Odio decir esto en una grabación”, decía Michael.
Michael Jackson junto a Elizabeth Taylor el día de su treinta aniversario como cantante
Respecto a su gran amiga Elisabeth Taylor, confiesa que se planteó la posibilidad de salir con la actriz, pero que temía a las represalias de la prensa debido a los 27 años de edad que les separaban. "Sé que si hubiéramos salido juntos, la prensa hubiera sido tan mala y repugnante que nos hubieran llamado 'la extraña pareja'. Se hubiera convertido en un circo y eso lo que me duele de toda esta historia". Pero lo que Jackson tenía muy claro era quién fue su amor platónico: Diana de Gales. "Era muy especial, muy femenina y con mucha clase. Era mi ideal de mujer, sin duda alguna, más aún teniendo en cuenta que la mayoría de las chicas no me gustan".
Michael Jackson y Madonna en la ifesta posterior a la 63ª edición de los Oscar
Sin embargo, uno de los capítulos más relevantes del libro abarca los pensamientos de Michael Jackson acerca de las que fueron las mujeres de su vida, entre ellas Brooke Shields, Elizabeth Taylor y Madonna. “Brooke Shields fue uno de los grandes amores de mi vida. Ojalá ella me hubiera amado tanto como yo la amé”, confiesa sobre la que fue esposa de André Agassi hasta 1999. Respecto a Madonna, el intérprete de Thriller y la ambición rubia se hicieron muy buenos amigos a principios de los 90, tanto que acudieron juntos a la gala de los Óscar de 1991 y comenzaron a surgir todo tipo de especulaciones. Sin embargo, el propio Michael y Madonna admitieron que sólo eran grandes amigos, aunque Jackson estaba convencido que Madonna estaba locamente enamorada de él y se sentía celosa de su éxito. Jackson, por el contrario, nunca se sintió atraído por Madonna porque no la consideraba “nada sexy”. “Creo que estaba sinceramente muy enamorada de mí, pero yo no lo estaba de ella. Hizo muchas cosas completamente absurdas. Siempre supe que no teníamos nada en común", confiesa. El Rey del Pop asegura que uno de los grandes problemas que tuvo con las mujeres, entre ellas Madonna, era que envidiaban su fama: "Te admiran y tú sabes que eres increíble y maravilloso porque sienten celos... Les encantaría estar en tu piel. Madonna es una de ellas. Odio decir esto en una grabación”, decía Michael.
Michael Jackson junto a Elizabeth Taylor el día de su treinta aniversario como cantante
Respecto a su gran amiga Elisabeth Taylor, confiesa que se planteó la posibilidad de salir con la actriz, pero que temía a las represalias de la prensa debido a los 27 años de edad que les separaban. "Sé que si hubiéramos salido juntos, la prensa hubiera sido tan mala y repugnante que nos hubieran llamado 'la extraña pareja'. Se hubiera convertido en un circo y eso lo que me duele de toda esta historia". Pero lo que Jackson tenía muy claro era quién fue su amor platónico: Diana de Gales. "Era muy especial, muy femenina y con mucha clase. Era mi ideal de mujer, sin duda alguna, más aún teniendo en cuenta que la mayoría de las chicas no me gustan".
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